Ver estos efectivos consejos de horticultura para principiantes. El secreto del huerto productivo radica en el inicio de varias actividades. Los siguientes 10 consejos le ayudarán a crear un huerto más productivo y con menos mantenimiento.
1. Observa
Antes de comenzar con la jardinería, debes observar perfectamente el espacio que estás por utilizar. ¿Qué tan grande o pequeño es? ¿En qué dirección sopla el viento y qué viento hace? ¿Es descuidado o turbio? Eche un vistazo a cada aspecto del área seleccionada cuidadosamente y considere cómo puede usarlo. ¿Cuántas horas de sol recibe? ¿Qué lugares son los más soleados? ¿Dónde está la sombra parcial? ¿Cómo regarás el jardín? ¿Cómo se puede utilizar el agua de lluvia? ¿Cuál es el nivel de pH del suelo y otros nutrientes que contiene? ¿Cómo puede usar el espacio de manera más efectiva y cuál es la temperatura promedio y en qué zona se ubica su área?
Anote estas preguntas e intente encontrar todas las respuestas. Una vez que descubra los detalles, las posibilidades de éxito como jardinero aumentarán.
2. Prepara tu suelo
Trabaja en tu suelo. Un suelo sano, orgánico y rico en nutrientes es la base de un huerto estable y productivo. Esto permitirá el desarrollo de un sistema de raíces fuerte que sea menos propenso a las enfermedades y proporcionará a las plantas micro y macro elementos y agua muy valiosos. Al poder extraer nutrientes y agua de las profundidades del suelo, las plantas crecerán mejor por encima del suelo y serán más productivas.
La forma más rápida de obtener una capa de suelo fértil de unos pocos pies de espesor es hacer camas elevadas. Un lecho elevado debe ser rico en materia orgánica como estiércol envejecido, compost o vermicompost, y perlita o arena si el suelo no drena bien. Invertir en la construcción de lecho elevado también tiene ventajas económicas: su forma permite el cultivo de más plantas en un mismo espacio. Se estima que la huerta elevada rinde cuatro veces más que la cama plana estándar.
3. Diseño y planificación
Observe cómo las plantas se despliegan en un lugar. Analice sus necesidades e intente plantar las plantas de manera que pueda utilizar cada centímetro de espacio. Imagina las plantas como un rompecabezas o bloques de construcción y toma una hoja de papel y un lápiz para dibujar el plano de tu jardín. Considere cuestiones prácticas como qué plantas se plantarán y dónde. ¿Cómo puede organizarlos para que su jardín sea más eficiente y conveniente?
A muchas plantas, como los frijoles, los guisantes y la calabaza, les gusta retorcerse en el suelo o trepar por un soporte. Brindarles apoyo en forma de enrejado, redes o rejas aumenta el área del jardín ya que se pueden cultivar hortalizas de sombra y otras plantas comestibles a la sombra de ellas.
4. Crecimiento vertical
Crece verticalmente, especialmente si te estás quedando sin espacio. Además de ahorrar espacio, hay muchos otros beneficios de la siembra vertical: menos o ninguna enfermedad fúngica, una mejor circulación del aire significa plantas saludables y más productivas, facilidad en la cosecha.
5. Cree un entorno favorable
Busque las combinaciones óptimas de plantas. Trate de mantener la biodiversidad. Cultiva las plantas juntas que tienen requisitos de crecimiento similares y se complementan entre sí. Para saber más sobre la plantación complementaria, lea este artículo educativo de la Universidad de Cornell.
Si está cultivando plantas anuales, asegúrese de realizar la rotación de cultivos o planificar un nuevo conjunto de plantas en el área de cultivo para la próxima temporada. Cultive plantas fijadoras de nitrógeno, como legumbres y frijoles, combinadas con flores.
Recuerde el valor del compost y el vermicompost. Construye tu propio contenedor de abono. De esta manera podrás deshacerte de tus desechos orgánicos todos los días y ser más autosuficiente y obtener fertilizante natural, el compost también mejora la textura del suelo. Utilice otras fuentes como estiércol, posos de café y ceniza de madera para enriquecer su suelo.
6. Crecer localmente
Las plantas locales y nativas que se cultivan tradicionalmente en su región deben ser su primera prioridad, ya que son más fáciles de cultivar y más productivas, especialmente para los principiantes. Generalmente, estos cultivos también son más resistentes a plagas y enfermedades y a las condiciones climáticas locales. A diferencia de los vegetales exóticos de alto mantenimiento, los vegetales locales son poco exigentes y crecen en una variedad de tipos de suelo.
7. Mulching
También es necesaria una capa gruesa de mantillo para que su jardín ayude a retener la humedad. El mulching proporciona calor en los días fríos y frío en los días calurosos. Protege las raíces del fuerte sol y la parte más baja del mantillo que se descompone gradualmente enriquece el suelo también.
8. Riego
Regar de la manera correcta puede aumentar el rendimiento de la planta y evitar muchas plagas y enfermedades. Generalmente, una pulgada de agua por semana, incluida la lluvia, es suficiente para la mayoría de las verduras. Aunque depende más del tipo de suelo, el clima y la planta.
La forma más eficiente de regar las plantas en el jardín es mediante el uso de mangueras de remojo y líneas de goteo, ya que entregan el agua justo donde se necesita y permiten que las raíces absorban el agua. Si está cultivando un huerto en macetas, lea: Cómo regar las plantas en macetas.
9. Uso de plaguicidas
Las plagas y enfermedades son lo más desgarrador y común que le ocurre a cualquier jardinero. La forma más fácil de matarlos es usar pesticidas e insecticidas químicos, pero ¿realmente quieres usarlos?
No use pesticidas químicos hasta que sea posible, son dañinos y también matan a los insectos benéficos y polinizadores. Vaya orgánico, experimente con remedios naturales para ver qué es efectivo. La cúrcuma, el ajo, los chiles, la cebolla, los jabones insecticidas, el neem y los aceites de horticultura son útiles y repelen las plagas. Recuerde, debe ser paciente y coherente con los pesticidas naturales y, por último, si está usando pesticidas químicos, utilícelos cuando los polinizadores estén inactivos por la noche.
10. No sobrefertilice
Los principiantes suelen cometer este error. Creen que cuanto más fertilizante alimenten, mejores y más saludables serán sus plantas. Pero la fertilización excesiva puede quemar las raíces de sus plantas, puede desequilibrar el suelo e incluso matar las lombrices y otros insectos beneficiosos del suelo.
Lo mejor es analizar el suelo para averiguar qué nutrientes necesita y satisfacerlos en consecuencia. Además, mezcle tanto abono y otra materia orgánica como sea posible.